Planificación legal y tributaria en la continuidad de las empresas familiares (parte I)

Las empresas familiares deben tomar decisiones y someter a la consideración de sus asesores el análisis, solución e implementación de la continuidad de la empresa familiar para lo cual es muy relente tener en consideración la perspectiva legal y tributaria.

A priori no existe un concepto legal que nos pueda definir “empresas familiares”; sin embargo las podemos reconocer por sus características, entre las cuales se destaca:

• La participación en la propiedad de estas empresas pertenece a uno o más grupos familiares, lo cual les permite detentar la gestión y control de sus operaciones;
• Los miembros de la o las familias ocupan cargos de directores, gerentes o ejecutivos.

Debido a  ello es necesario que cuenten con una estructura organizacional y jurídica adecuada para asimilar el recambio generacional y la integración de nuevos integrantes de la familia.

Desde una perspectiva legal, se vislumbran en nuestro ordenamiento jurídico diversos instrumentos que se pueden aplicar para asegurar una debida organización y continuidad en el tiempo de las empresas familiares, desde su constitución  misma y durante los consecutivos recambios generacionales que puedan suceder, a objeto de mantener la propiedad mayoritaria, su gestión y control.

Así por ejemplo, el establecimiento de un régimen societario que esté normado en la toma de decisiones por las reglas de las mayorías, facilitaría el control legítimo de la gestión y operaciones de la empresa. Considerar, además, los pactos de preferencia a favor de los accionistas en razón de la adquisición de acciones de todo tipo y por cualquier título, incluso la posibilidad de constituirlo por causa de muerte, es frecuentemente una forma de mantener la propiedad en el núcleo familiar y excluir de ella a terceros ajenos a dicho núcleo. Especial interés cobran también en ese sentido los regímenes patrimoniales y capitulaciones matrimoniales que afecten directamente a los accionistas, debido a que pueden alterar la estructura de la propiedad de la empresa por los eventuales derechos que puedan caber a los cónyuges.

Las alternativas a considerar y a regular pueden variar, ello depende del caso particular. Es pertinente complementar por escrito, en protocolos o acuerdos familiares diversas materias no propias de los estatutos sociales, pero igualmente vinculantes para los accionistas o socios entre sí.

El protocolo familiar es de la esencia para el establecimiento de una buena organización, donde se pueden regular, por ejemplo, cargos, requisitos remuneraciones disponibles para los miembros de la familia que trabajen en la empresa, políticas de préstamos para los accionistas o socios, normas de sucesión del o los accionistas mayoritarios, jubilación del empresario o dueño mayoritario, quórum especiales para situaciones no contempladas en los estatutos sociales, la obligación de testar y efectuar la partición testamentaria,  y en general, los requisitos, condiciones y medios a través de los cuales operará la transferencia o transmisión de la propiedad de la compañía a las nuevas generaciones.

Contar con una buena asesoría legal y  tributaria en estas materias, es esencial para la permanente tranquilidad de todos los socios.